Parte superior de una ventana trífora monolítica tallada en caliza blanca, con una orla perimetral que conforma un falso alfiz. El campo epigráfico, a semejanza de las ventanas precedentes, se encuentra rehundido 2,5 cm respecto al marco decorativo, y ocupa el espacio existente entre la parte superior de los tres arquillos y la orla perimetral. El texto se inscribe a lo largo del dintel en dos renglones con una altura promediada de cada uno de 3,5 cm, estando enmarcados por líneas incisas a buril. Permanece el habitual tipo de letra capital. La pieza se encuentra fracturada por su parte central, afectando tanto a la conservación del texto como a la decoración del alfiz.
†Salvator n(o)s(te)r qui es vera sal[us resurr]eccio et vita da mici Ade/fonso fiducia(m) ut anima m(e)a ante tuo[ru(m) consorti]u(m) sine co(n)fusione perducas.
†Salvador nuestro, que eres la verdadera salud, la resurrección y la vida, concédeme a mí,/Alfonso, confianza para que mi alma sea llevada hasta la compañía de los tuyos sin perturbarse.
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La ventana se encuentra situada en el lienzo meridional, a la derecha de otra semejante empotrada en la misma pared (la número 8). A diferencia de las dos ventanas anteriormente descritas, esta dispone de columnillas originales, que serán objeto de estudio más adelante. No dispone de las jambas originales. Debemos resaltar que las columnillas que actualmente tiene le corresponden originalmente. Las jambas son de factura moderna.
Jovellanos la reconocería por primera vez el 3 de octubre de 1796, como ya hemos indicado en la descripción de la ventana precedente: «Item, en esta pared, hay dos ventanas de las antiguas […], copié una, y no las demás por no tener nota cronológica, pero sí la memoria del nombre de Alfonso y ciertas deprecaciones».
Ciriaco Miguel Vigil realizaría una visita a la iglesia en junio de 1864, fecha en la cual procedió a describirla: «Un letrero de la misma forma que el anterior está grabado en el friso de otro ajimez, igualmente tapiado. Dice: “salvator noster que sv_r salu(s resur)eccio et vita da mici ade- / fonso fiducia ut anima mea ante tuo…..v sine confusione perducas”».
Estudio de la decoración
El motivo decorativo del falso alfiz ha sido ejecutado con extrema perfección. Una figura cruciforme encierra en las cuatro enjutas unas figuras acorazonadas; conforma de esta suerte un tema de cuatro corazones afrontados, repetidos sucesivamente hasta doce veces a lo largo de la orla perimetral del vano tríforo. La talla es perfecta, aportando una espléndida plasticidad al conjunto decorativo.
Como señala Luis Caballero, el motivo de los corazones responde al tipo que Hamilton[1] denomina alas de mariposa para al-Mafyar, el cual se encuentra con gran frecuencia en España, convirtiéndose en un «fósil director». Luis Caballero ha estudiado la greca de corazones o alas de mariposa «presentes en la portada de San Esteban y una placa de la mezquita de Córdoba, en una placa de la alcazaba de Mérida y en el relieve con figuras humanas del castillo de Escalona (Toledo) y que veremos en Saamasas y Oviedo. Torres Balbás —como Fernández Puertas después—, ajustándose a la teoría tradicional, ya llamó la atención sobre este tema en la portada de San Esteban».[2]
El motivo nos recuerda el marco de la pintura de la figura sedente del fresco de San Miguel de Liño,[3] si bien allí en vez de corazones nos encontramos con segmentos de círculos. Otro marco decorativo presente en las pinturas murales de San Miguel de Liño está configurado por un zig zag con pequeñas figuras acorazonadas.[4]
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[1] Hamilton, R.W: Khirbat al Mafjar: An Arabian Mansion in the Jordan Valley. Oxford. 1959. Fig.155-156 y 166.Luis Caballero Zoreda:“Un canal de transmisión …..”.Al-Qantara, Vol. XV, Madrid. 1994. pp.343.
[2] Luis Caballero Zoreda. Op. cit. pp.341. Obras citadas por Luis Caballero en referencia a nuestro tema:Torres Balbás, L.: Arte hispanomusulmán. Hasta la caida del califato de Córdoba, «Historia de España», 5, 1957, Madrid. 1965. 330 y ss. nº89. Asimismo:Fernández Puertas, A. 1979-1981: La decoración de las ventanas de la Bab al Uzara según dos dibujos de D. Félix Hernández Giménez, «Cuadernos de La Albambra», 1979-1981. Vol.15-17,pp. 165-210. fig. 2, 3.
[3] Comunicación ofrecida por Sabine Noack-Haley. Consultar Helmut-Schlunk y Magín Berenguer. La pintura mural Asturiana de los siglos IX y X. Oviedo, 1957. Lám. 30.1 y 31.1.
[4] Consultar Helmut-Schlunk y Magín Berenguer. La pintura mural Asturiana de los siglos IX y X. Oviedo, 1957. pag.114, fig. 120..
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